Mientras yo corría - Por: @Viviangilro

Vivo en Bogotá, un par de cuadras arriba de la carrera 7, pero yo estaba precisamente en dicha calle cuando a lo lejos vi al hombre con el que salí un par de veces, estaba en ese nuevo edificio de oficinas que construyeron hace poco. De pronto, desde lejos él me logró ver también, tal vez fue porque sintió mi mirada, pero algo en él lo obligo a girar su cabeza y verme allí, sola, indefensa, alcanzable. Sabía muy bien que me estaba odiando por rechazarlo, pues yo podía decirle a todos que lloró cuando le dije que no quería tener nada con él, y quería desquitarse, esos ojos solo mostraban rabia y sed de venganza.

Algo dentro de mi me obligó a correr hacia mi casa, tenía que alejarme de ese hombre que me asustaba con su mirada, así que di media vuelta y corrí, corrí mucho, pero era una subida, bastante empinada por cierto, y mis piernas casi no respondían por el miedo que sentía en ese momento. De pronto miré hacia atrás, pero descubrí que él también corría, corría hacia mí y estaba muy cerca, me miraba con furia, quería matarme, y yo sentí pánico. No podía gritar, nada salía de mi garganta, estaba sola, era de día, pero como siempre el camino a mi casa estaba despoblado y nadie podía ayudarme.

Ese hombre con el que pasé momentos tan divertidos quería matarme, yo no iba a decirle a los demás lo vulnerable que puede llegar a ser cuando le gusta alguien; a mi él no me interesaba, y eso era lo que él me reprochaba, quería callarme y terminar con el problema de una vez. Sentí cómo su mano se alargaba para atraparme, un vacío recorrió mi estómago y sentí desfallecer. Ahí, desprotegida, indefensa, asustada, desperté en mi cama. Sabía que mi sueño significaba algo, pero en ese momento, solo estaba feliz por saber que solo fue una amarga pesadilla.

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@viviangilro Melómana, cantante frustrada, ingeniera por imposición mas no por gusto, con alma de mochilera y gustos de niña rica, más bogotana que el ajiaco.